Las Termas de Papallacta son una demostración más de la riqueza hidrotérmica del Ecuador, presente también en sitios tan emblemáticos como la ciudad de Baños de Agua Santa o Baños de la ciudad de Cuenca. Las piscinas de aguas calientes se ubican en el Parque Nacional y Reserva Ecológica Cayambe-Coca, cerca de la ciudad de Quito, la capital del país.

Papallacta es un pueblito a 3.250 msnm en la Cordillera Oriental de los Andes ecuatorianos, en el camino que conduce de la ciudad de Quito a la selva amazónica y sus aguas tienen origen en el complejo volcánico Chacana de 3 millones de años de actividad, conformado por una gran caldera de 35 kilómetros Norte-Sur y de 15 kilómetros este-oeste, que posee media centena de afluentes de aguas termales.

Las aguas calientes que alimentan las fuentes de Papallacta surgen de profundas capas geológicas  hasta la superficie, con todo su potencial sanador. La temperatura varía entre los 60 y los 70 grados centígrados  y la de las piscinas entre 36 a 38 grados centígrados. Inodoras, incoloras y de sabor ligeramente salobre, son las características físicas de estas aguas. Entre sus propiedades químicas están el sulfato, el sodio, el calcio, el cloro y el magnesio.

Desde el año de 1994 las Termas de Papallacta fueron remodeladas como atractivo turístico. Antes eran consideradas solo como piscinas municipales. Hoy los turistas pueden contar con un complejo hotelero privado, con 9 piscinas de agua caliente y 4 de agua fría, que posee un club termal spa.

Existe servicio de guías y alquiler de caballos para ir a sitios cercanos como el Rancho del Cañón, los senderos del río y de la isla, Mintala, Pailón y la cascada en el Parque Nacional Cayambe-Coca, a observar flora, fauna, vida silvestre o volcanes como el Cayambe, el Antisana y el Sumaco.

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