Lazareto, comunidad del barrio Bellavista, ligada a la historia de un hospital de leprosos. Se halla al norte de Cuenca, entre la colina de Cullca y el Río Milchichig.

El tejido tradicional del sombrero de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es parte de la actividad artesanal de Lazareto. Una empresa familiar de exportación de la prenda tiene su sede allí, con una producción mensual importante que envía a 11 países. La experiencia vivencial más directa, para los turistas que vayan al lugar, es ingresar a las casas de los vecinos acompañados por un guía, para admirar el trabajo del tejido. Tejedoras y tejedores adquieren la materia prima en el Parque de María Auxiliadora, sector muy próximo. Las técnicas se transmiten a los niños en el hogar, mediante la observación y la imitación. Para este barrio que perpetúa la tradición, esta constituye un rasgo de su identidad y un componente de su patrimonio cultural.

El sombrero de paja toquilla se obtiene con las fibras de una palmera que crece en la costa ecuatoriana. Los tejedores comienzan desde la copa y el ala del sombrero. La duración  depende de la calidad y finura.

Cerca de Lazareto se halla la loma de Cullca. Elevación hermana de la loma de Turi al sur. Mirador escénico de la ciudad desde el que se pueden hacer fotografías. Infraestructuras cercanas son la Capilla Católica de la Virgen de Tránsito de la orden dominica, la Universidad Católica, el parque Zenón, las canchas de Lazareto y un pequeño local que se llama “La Casa del Sombrero” dedicado a la promoción del sombrero de paja toquilla.

Mariano Estrella impulsó en el Siglo XIX la construcción de un leprocomio. Escogió un lugar en la quebrada de Milchichig que se estimaba lejos de Cuenca. Cuatro monjas dominicas llegaron el 14 de julio de 1889, para atender a 50 pacientes. Hoy el hospital se llama “Mariano Estrella”. Con el paso de los años el lazareto despareció, la ciudad creció y lo integró a su desarrollo urbano. El nosocomio se convirtió en la identidad del lugar.