El tramo Alausí-Sibambe de 13 km del Ferrocarril ecuatoriano, cuenta por sí mismo su historia. La emoción embarga al visitante cuando se embarca en esta aventura ferroviaria desde el cantón Alausí. Es como hacer un viaje hacia atrás en el tiempo.
La máquina representa la columna vertebral de la economía local. Artesanos y comerciantes ambulantes aprovechan el tiempo de espera de los turistas nacionales y extranjeros, para vender sus productos. También es la oportunidad para ofrecer toda la gastronomía de Chimborazo. No está demás una buena fotografía. Llega el momento de abordar el tren para un recorrido desde los 2.800 msnm hasta las profundidades de la hondonada del río Chanchán, estación Simbambe, a 1.400 msnm.
Durante todo el trayecto el viajero siente vértigo por la presencia constante del precipicio contiguo. Las leyendas que acompañan al tren, contadas a los turistas, son parte de su atractivo. La historia sobre cómo se construyó el zig-zag es la más importante de todas. “El tren más difícil del mundo” fue el nombre bien ganado por la obra que hace 100 años costó la vida de 2.500 personas, incluida la de su ingeniero en jefe, el norteamericano John Harman. En pocos kilómetros el ferrocarril desciende 270 metros por la Nariz del Diablo, imponente formación rocosa en forma de nariz. El nombre originario del cerro es “Cóndor Puñuña” o “Lugar donde duerme el cóndor”.
El punto de llegada, antes del retorno a Alausí, es la estación Simbambe. Servicio de cafetería, relatos, danzas tradicionales, folclore y artesanías, esperan a los turistas. El Centro de Interprestación y el Museo del “tren más difícil del mundo” Cóndor Puñuna, cuenta con guías nativos de la nacionalidad puruhuá, que habitan en la comunidad Nizag. Ellos dan a conocer las historias del tren, su estilo de vida y costumbres.
Paisajes andinos espectaculares e inolvidables, cultura en su estado puro, esperan para deleitar a los arriesgados viajantes.
En 1895, el presidente Eloy Alfaro, contrató a los norteamericanos Archer Harman y Edward Morley, para la construcción del “ferrocarril más difícil del mundo”. La “Compañía de Ferrocarriles de Quito y Guayaquil” comenzó la tarea en 1899. El ferrocarril llegó a Alausí en 1902, a Riobamba en 1905. Finalmente a Quito en 1908.
La parroquia Pistishí, cantón Alausí, fue denominada Parroquia La Nariz del Diablo el 21 de Mayo de 1941.
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